Es el miedo en su expresión más pura, sin motivo, sin causa, un episodio de miedo intenso unido a una sensación de pérdida de control, de muerte y un gran numero de síntomas físicos.
Pueden aparecer en cualquier situación, conduciendo, profundamente dormido, en una reunión, en cualquier situación independiente de lo relajado que se esté o de lo feliz que uno se encuentre. Alcanzan su máxima intensidad en cuestión de minutos, y cuando desaparece la energía empleada es tal que deja a la persona en una profunda fatiga, extenuada.
Los ataques de Pánico tienen unos síntomas físicos muy evidentes entre los que podemos destacar la sensación de peligro inminente, miedo a la muerte, taquicardia, sudor, temblores, dolor torácico que se asimila al de un infarto, ahogo y falta de aire, sensación de irrealidad, parálisis, náuseas etc… y un miedo específico al miedo. Tener miedo a tener un ataque de pánico.
Suelen darse en personas con un nivel de estrés elevado, aunque muchas veces las causas son totalmente desconocidas.
Los primeros ataques de Pánico no suelen tener una causa conocida, aunque sí se repiten frecuentemente si que suelen ser desencadenados por situaciones concretas.
Los cambios traumáticos importantes en la vida pueden ser antecedentes de los ataques de Pánico, suelen estar relacionados con hechos traumáticos como maltrato, estrés postraumático, agresiones o accidentes graves.
Otras veces no son cambios traumáticos, sino simples desequilibrios importantes en el devenir vital, son los antecedentes de los ataques de Pánico.


